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Libros para niños: "Voy a comeDte"

Nooooo... No he escrito mal el título. Que es así, de verdad, con esa "D" en medio. Voy a comedte es la nueva sensación en casa. Hace casi un mes que lo hemos sacado de la biblioteca y no podemos devolverlo porque mi hijo mayor se sigue tronchando de la risa cada vez que lo leemos. Pero, vamos, que se cae del sofá y todo de la risa que le da esta divertida historia protagonizada por un enorme y malvado lobo y dos tiernos conejitos.

 
 
 
Título: Voy a comDte
Texto: Jean-Marc Derouen
Ilustración: Laure du Faÿ
Editorial: Kókinos
Edad recomendada: De 3 a 6 años
 
El protagonista de Voy a comeDte es el enorme y malvado lobo feroz, que está muy hambriento y espera, oculto en el bosque, a encontrar un apetitosa presa que llevarse a la boca. Hasta aquí, nada nuevo. Lo habitual de los cuentos. Aparece entonces un tierno conejito blanco, de aspecto adorable, que, alegre, se dirige al mercado ecológico en busca de zanahorias frescas. El lobo, como es de esperar, se abalanza aullando sobre el conejito, pero en cuanto habla... En cuanto habla, el cuento cambia por completo, porque este lobo habla de una forma rarísima y, claro, en vez de miedo, da risa.
 
"¡Voy a comedte!", asegura el lobo y el conejito, tan tranquilo, observa asombrado al lobo hasta que descubre cuál es el motivo de su problema de dicción: ¡el lobo tiene un pelo en la lengua! El inteligente conejito asegura tener la solución y le pide al lobo que le espere, pero pasan las horas y el conejito blanco no aparece. En su lugar, pasa por allí un lindo conejito rojo y el lobo, cada vez más hambriento, se abalanza sobre él. ¿El conejito se asusta? Ni hablar: el lobo ha hecho una actuación pésima y el conejito le explica qué debe hacer si quiere cazarle. Una vez terminada la lección, el  conejito le sugiere que se esconda para que él vuelva a pasar y el lobo repita su caza. Pero las horas pasan y los astutos conejitos no aparecen. Quien aparece por allí es un enorme oso, pero el lobo, creyendo que es el conejito rojo, se abalanza sobre él. Ésta es la parte favorita de mi hijo mayor, que se retuerce de la risa cuando el pobre lobo le muerde el trasero al oso y, después, aterrorizado, se da cuenta de su error. Cientos de veces la hemos leído y todas ellas se le han saltado las lágrimas de la risa. ¿Hay algo mejor?
 
 
 
 
Con un humor fresco el cuento llega al cómico e inesperado final y el enorme y malvado lobo despierta ternura y hasta un poco de lástima en los lectores. ¿Cómo va a inspirar miedo ese enorme lobo al que todo le sale mal y que no consigue nunca saciar su apetito?
 
Voy a comedte es un cuento divertidísimo y que da pie a hacer una estupenda lectura dramatizada. La tipografía subraya la sonoridad del texto, cambiando de tamaño según el tono, marcando así la modulación de la voz de adulto que lea la historia en voz alta. Además, la claridad de sus tipos le convierte también en un libro idóneo para niños que dan sus primeros pasos como lectores.
 
Las ilustraciones son otro de los tesoros de este precioso álbum editado de forma magistral (no podía ser menos) por una de nuestras editoriales de referencia: Kókinos. El azul, el marrón, el negro y el blanco predominan en las imágenes, de colores planos, excepto por el lápiz difuminado que confiere textura a la corteza de los árboles. También el rojo tiene una importante presencia y algunos pequeños elementos (flores, insectos, etc.) en amarillo aportan luz a la composición. Pese a la oscuridad que envuelve al bosque, lejos de ser tenebroso, le convierte en un lugar mágico, propio de los cuentos.
 
Aquí os dejo un vídeo de este álbum ilustrado que tantas risas arranca a los niños (y, de rebote, también a los mayores):
 
 

 
 
 
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